miércoles, 2 de marzo de 2011

No sabes cuando empiezas,pero lo haces


Nadie sabe como comienza a querer a alguien, ni como, ni cuando, ni porque. Pero pueden existir teorías e hipótesis, todas igual de creíbles o increíbles, dadas de la curiosidad que produce a gente como yo el saber el origen de sensación tan curiosa. El donde está en los corazones de cada ser humano, que esconden imanes que a cada tiempo obtienen mayor intensidad, sin un cuando concreto, pero sí infinito, cuya capacidad de atracción no tiene límite alguno. Es interesante ver como la sola energía de una persona puede engancharte a ella, mientras repeles todas las demás, sientiéndola de una forma única, que al unirse con la tuya da paso a a sensaciones inexplicables, sentimientos a los que nadie aún ha puesto nombre y ganas insaciables de estar a su lado. Así calculo el cuando, el donde, el como y algunas de las consecuencias, pero me falta el porque. Me falta saber la causa, la razón, el motivo... ¿Por qué querer a alguien de esa manera? Si en realidad, tampoco es algo que una persona necesite en todo momento. Siempre hay alguien a quien acudir, pero también hay un alguien diferente a los demás, ¿por qué?
Porque él será el único que ponga empeño en todas sus caricias y besos; porque yo siempre intentaré superarlo en cuidado y afecto, aunque a veces me parezca imposible; porque sabemos exactamente el segundo de cualquier beso de cualquier tarde; porque pasaría noches enteras apoyando mi oído en su pecho para que mis sueños bailaran al ritmo de su respiración; porque siempre estás en mi aunque no estés cerca; porque ahora mismo sería incapaz de imaginarme sin ti... Hay tantas razones, razones que acabo de escribir, razones que no he escrito, razones que aún no he descubierto y razones que voy a descubrir, que creo que me estoy quedando muy corta.
Pero todos descubriréis algún día, como yo, que cada corazón imantado encuentra su porque, su momento, su lugar y su manera de las formas más mágicas y sorprendentes.

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